¡Encantada de recibirte en mi mundo de letras y emociones!

Soy Nereida, una apasionada escritora de relatos cortos.

Bajo el seudónimo "Narale", fusiono con encanto mis apellidos para dar vida a historias que capturan la esencia de la vida.

Como escritora

Desde mi infancia, he tejido mi propia historia a través de las palabras. Mis primeras incursiones fueron en la forma de un diario, donde daba vida a relatos que anhelaba experimentar y, en ocasiones, moldeaba situaciones pasadas que deseaba cambiar.

Leer me alimenta y escribir me salva.

Estas dos afirmaciones encapsulan mi identidad como escritora de manera perfecta. Para mí, una sola palabra puede ser el catalizador, desencadenando recuerdos, emociones y experiencias propias o ajenas. También puede ser el punto de partida para explorar las diversas facetas de un tema que me intriga.

Publicaciones y Concursos

Travesía de Palabras y Reconocimientos

A lo largo de mi trayectoria como escritora, he tenido el privilegio de participar en diversos concursos y convocatorias literarias y ver mis obras plasmadas en reconocidas publicaciones. Mi relato "Veintisiete de Abril de 2014" fue seleccionado como finalista en el IV Concurso de Diarios de Viaje "Nómadas" de Radio Nacional de España, mientras que en el ámbito internacional, obtuve la distinción de finalista en el concurso "Puro Relato" de Casa África con mi obra "El Atlas, mi brújula".

Mi presencia en la Revista 7iM se materializó con el relato "No quiero hacerte sufrir", y mi colaboración reciente con la Revista Amalgama de Letras incluyó la publicación de dos microrrelatos: "A mí" y "Canto adorado". Asimismo, mi microrrelato "Me quedo" se integra en la Antología de relatos Otoño e Invierno, publicada por Diversidad Literaria.

La participación activa en concursos también ha sido parte fundamental de mi experiencia. He sido ganadora y finalista en el concurso semanal de microcuentos organizado por Creaemocionarte, a través de su perfil de Instagram, destacándome con dos Microrrelatos de 30 palabras.

Recientemente, en diciembre, presenté con emoción mis relatos "Suelo de Cristal", "A golpe de mar", "Sábanas limpias" y "¡No me mires!" a distintos concursos y revistas, ansiosa por la valoración del jurado. Este viaje literario continúa, lleno de desafíos, logros y la pasión constante por explorar las infinitas posibilidades que las palabras ofrecen. ¡Acompáñenme en este emocionante recorrido!

Mis relatos cortos

ENTREVIAS

Tiempo de lectura: 1 min.

A pesar de tener los ojos cerrados, Julia ve cómo claridad y oscuridad se alternan al son del traqueteo del tren.

Valora, tras casi siete horas de viaje, la importancia del margen entre vías, esa pequeña libertad de movimiento que deja entrar las dudas y libera deseos censurados, prohibidos.

El calor de las tardes de verano junto a su madre, que también sueña en silencio cruzar la frontera, la acompaña.

Lo que no sabe es que, aunque su maleta es otra y las temperaturas descienden, el camino que una y otra transitan avanza en paralelo, como las vías que transportan hoy sus anhelos inconfesables.

LA PALMERA DE LA CATEDRAL

Tiempo de lectura: 2 minutos

¿Cuántos años han hecho falta para que te veas bonita?

Yo siempre lo supe, a pesar de que elegiste estar detrás de uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.

A la sombra de las alegrías que se visten de lágrimas, y las tristezas que necesitan de una buena carcajada para liberar tanto dolor.

Detrás, a la sombra. Ahí decidiste crecer, quedarte. Asumiste que el sol no te daría en la cara. Imaginaste la sensación en el rostro de otros. Vibraste con la escucha de las historias que a tu alrededor se contaban.

Creciste. Tu tronco coriáceo abrigó tus miedos. Tus hojas de palma dieron sombra a tu sombra elegida. Y tu longeva vida, casi sin darte cuenta, te permitió sentir el sol de forma directa.

Fue entones cuando tus flores globosas volaron hasta caer en tus lugares favoritos, del casco antiguo.

Tus frutos descubrieron en su brillante naranja, el equilibrio y la ambición.

Tú, embriagada por la paz del verde de las hojas de palma, esperaste cada noche el despertar de la ciudad.

Y yo, que he estado aquí, dentro de ti, acurrucada y expectante, hoy puedo llorar la alegría que me produce sentir, que has aceptado que el sol también sale para ti.

TRINCHERA

Tiempo de lectura: 1 minuto

Y pasó. ¿Aproveché la oportunidad o la aprovechó el?

Lo conocí tarde, a pocos minutos de que apagaran la música y encendieran las luces. Me vio. Le gusté. ¿Me gustó? Le di mi número de teléfono. Llamó. Quedamos. Y pasó.

Crecí aquí. Con el rumor del arrastre de tus rocas como banda sonora. Con el calor del sol acumulado en las piedras y la presión en mis riñones al tumbarme. Con el marote que, poco a poco, oxida todo a su paso.

Y lo profané. Lo profanamos. No se me ocurrió lugar mejor pero ¿Crees que fue una buena idea? Yo no. Lo conté a una persona. Sin detalles. De puntillas.

Aún hoy, cuando acudo aquí siento el peso de la vergüenza de esa tarde de invierno. No hallo consuelo en el calor que desprendes. ¿Recordarlo veinte años después, lo hace importante? O, ¿es importante porque así debía ser?

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